8/06/2013

Antonio García Villarán: un emprendedor de palabras, por Miguel Ángel López Romero. MEDIODÍA EN EL LITORAL


Antonio García Villarán: un emprendedor de palabras

Miguel Ángel López Romero.

Entrevistamos a uno de los directores de El Cangrejo Pistolero Ediciones, una de las editoriales más activas en el ámbito innovador y creador de la literatura sevillana. Además, Antonio es poeta y pintor. Asimismo, organiza multitud de eventos y actividades originales y novedosas en el panorama cultural sevillano.

CapturalhjNacido en el Año del Dragón. Dice haber participado en más de 82 combates nocturnos en los últimos 4 años. Legendario en el arte de lanzar ganchos de izquierda y en recibirlos, va camino de convertirse en un verdadero peso pesado sobre el cuadrilátero poético sureño. Tendente a morder fuertemente las cuerdas, le cuesta tirar la toalla aunque el contrincante lo acorrale contra la esquina. Me cuesta creer que a este púgil de las palabras alguien le dé un nocaut.
Así define Nuria Mezquita a Antonio García Villarán. Supongo que no se puede encontrar una mejor definición, pues Nuria Mezquita, junto con Antonio, son los responsables del fenómeno cangrejero.
Utensilios artísticos, bustos esculturales, posters de festivales, muebles pincelados, pinturas, esculturas, más bustos y, libros. Así me recibía este Doctor de Bellas Artes. Un lugar de arte para hacer arte. Un lugar acogedor para acoger arte. Un lugar ubicado en el centro pero sin estar en el centro, para crear arte que no es arte, porque no hace falta que sea arte; porque es, en todo caso, nuevo arte.
Captura1CapturakjCapturañkjAllí, digamos, que se crean cosas para ser vistas, leídas e incluso escuchadas, no necesariamente en losGuggenheims yLouvres, todavía. Cosas que transforman concepciones, arraigan otras, desechan ideas, desechan toda idea establecida. Cosas que estimulan los sentidos, en definitiva. Les toca a ustedes juzgar si es o no arte.
Entre estas cosas se escribe. Y se escribe riendo, llorando, de pie, sentado, suplicando, cantando. Se escribe como se vive. En esto radica la Perfopoesía. Una nueva forma de hacer poesía, si quieren. Un nuevo vestido de la poesía cuyos sastres son estas gentuzas que sobrepasan la línea roja. Los del Cangrejo Pistolero y su dichoso festival de Perfopoesía. Dichosos esos creadores que hacen cosas sin esperar reconocimiento alguno, tan solo la satisfacción de modelar para bien el panorama cultural en el futuro. Donde entonces, si serán reconocidos, como siempre pasa. Que se lo digan a Bécquer.
Que quede claro, esto es Perfopoesía, no traten de emplear sinónimos. Un tornado de impresiones esperando para alistarse en el papel, o en el viento, o en sus pupilas. Recitar poesía, pero sin que resulte aburrida. Lejos y descuartizado quedó ese tono, siempre uniformado de franela y ante, que cuidaba su timbre y lo incrementaba en los finales de los versos para la exaltar el éxtasis del poema.
Un poema, si es poema, no hace falta recitarse para ser poema. De esas ornamentadas recitaciones prescinde la Perfopoesía. No se trata de recitar, la recitación es parte del poema. Sin ella no se puede construir Perfopoesía. No basta con las palabras; el poema no se concluye hasta que se fija el modelo en que va a ser recitado. Hasta que no esté listo el disfraz, la melodía, o la batuta de Wagner, si son necesarios, no estará cocido el poema.
No crean que es teatro, no se cuenta ninguna historia ni se ha de sacar moraleja alguna. Si acaso la historia sobrevive en el poema. Tampoco es necesario que haya historia, ni sentimientos, ni alusiones, ni sugerencia, ni musicalidad, ni nada parecido a un poema. Solo habrá Perfopoesía. Que quede claro. Si no queda claro, no pasa nada.
Captura
Batir las artes, experimentar con ellas, y que resulte que el batido no es batido. No ha salido arte. Ha salido algo que hace lo mismo que el arte pero que a la gente cuesta llamarlo así. Seamos pues, cautos, démosle la “razón” del arte al tiempo. Este es el gran editor, este es el único artista que coloca sus obras en el museo que le place.
Pero, ¿es injusto no? Disparamos solo contra el tiempo. ¿No tenemos más enemigos? No nos hacen falta. Es una guerra infinita, porque infinito es el tiempo. Siempre le vencemos pero a él le es indiferente. Se ríe de nosotros desde su cadalso condenador. Que los pensamientos y los sentimientos, si estos existen, se fugan en la guerra contra el tiempo. Hay que hacer que permanezcan y la memoria no nos vale, pues memorizar conlleva tiempo. Démosle físico al sentido, escribamos pues. ¡Ajam!, lo físico se lo llevó lo insustancial. El tiempo ha lanzado balines en forma de ordenadores y pantallas. Lo pensamientos se arropan ahora en las teclas de un ordenador. Maldito tiempo. Hagamos pues, Perfopoesía.
Aunque sigas respirando/piel que toco cada noche/que estando caliente aún parece/que mengua/y me aprieta/y me sigue lúgubremente/asfixiando.
Antonio García Villarán.
Fuentes:
Texto: Propio, elaborado a partir de la observación presencial de los acontecimientos y entrevistas. Documentación a partir del libro de poesía “Nocaut” de Antonio García Villarán.
Imágenes: Realización propia, subidas desde mi perfil de Flickr.
Vídeo: Insertado vía Youtube, realización y edición propia.

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