Hace 4 días que empecé la rehabilitación y el pié empieza a dolerme de verdad. Cada jornada hago una hora de estiramientos y ejercicios que me dejan hecho polvo. También me dan cortos masajes, pero mi pié se duele. Parece saber que le han metido unas piezas dentro que no son suyas, y eso le molesta y hace que se queje. Y por si fuera poco, llueve. Ya se sabe, en operaciones como la mía se produce el fenómeno de la alerta. Los operados somos los primeros en enterarnos del cambio de temperatura.
Ahora llevo bastón.
Me ayuda a equilibrarme, aunque si ando demasiado, no me salva de los pinchazos.
El primer día que vi el gimnasio del hospital, me recordó a uno de los capítulos de Cuéntame. Las camillas tienen ese aire retro tan peculiar, y los colores que dominan el ambiente son el verde camuflaje, el amarillo humo de tabaco en las cortinas, y el marrón clarito tirando a gris.
En fin, que sigo recuperándome de este porrazo que no entiendo todavía cómo me pudo pasar a mi.
5 comentarios:
Le tendrás que seguir echando paciencia al asunto, aunque poco a poco recuperarás tus andares ¡ya lo verás! Ya te ví el sábado cruzar por la Alameda, con tu bastón y el manojo de folios bajo el brazo.
¡Ánimo con tu recuperación!
Un saludo
Gracias Arruillo por tus ánimos. El sábado recité en lo de Rap y Poesía, además de asistir a la inauguración oficial de la librería La Extravagante. Es preciosa. ¿La conoces?
Querido: abrazo y fuerzas. Y sonría, sobre todo eso.
Ll.
Querido Lluis, muchas gracias por tus ánimos. Recibí tu particular postal. Eres de lo más original y puro que conozco. Se te echa de menos. ¿Cuando nos vemos?
Un abrazo.
¡Ánimo! verás cómo pronto empiezas a notar mejoría. Además, el bastón te da un aire muy sofisticado.
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